¿Qué es el
fuego?
Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia combustible, con desprendimiento de llamas, calor y gases (o humos). Es un proceso exotérmico. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación visual de la combustión.
Se señala también como una reacción química de oxidación rápida que es producida por la evolución de la energía en forma de luz y calor.
COMPONENTES
DEL FUEGO
Oxígeno
El aire es una mezcla de aproximadamente un 21 % de
oxígeno y un 79% de Nitrógeno. Además de las moléculas de estos dos
componentes, el aire también contiene anhídrido carbónico (CO2), vapor de agua
(H2O) y los llamados gases inertes.
Esta mezcla es la que aporta el oxígeno que necesitamos
para vivir, pero también es de donde se obtiene con mayor facilidad el fuego,
uno de sus componentes fundamentales.
Calor
Este se produce cuando una sustancia que está en un determinado
nivel de energía pasa a un nivel de energía inferior. En efecto, para poder
reducir su energía la sustancia emite calor.
En el proceso de oxidación de los combustibles, los
vapores inflamables se unen con el oxígeno del aire, produciendo calor, llamas
y radiación.
Se debe recordar que el peligro de incendio no depende
tanto de la intensidad del calor que genera una fuente dada, sino de la
relación que existe entre el calor generado y el calor disipado.
Combustible
Es toda sustancia susceptible a arder y puede presentarse
en tres estados diferentes.
Sólidos: Son aquellos que tienen forma determinada, con
volumen y forma constante.
Entre los combustibles sólidos más importantes se
encuentran: el carbón vegetal, resinas, plásticos, grasas, metales, elementos
no metálicos que se combinan fácilmente con el oxígeno (fósforo, azufres, etc.)
metales alcalinos (sodio, potasio, etc.), Sustancias que contienen celulosa
(papel, madera, textiles, etc.)
Líquidos: Las sustancias líquidas tienen volumen pero no
forma propia, adoptan las del recipiente que los contiene.
Los combustibles líquidos más importantes son el petróleo
crudo y sus derivados (gasolina, kerosene, etc.), algunos alcoholes, aceites,
etc.
Gaseosos: Entre las moléculas que forman estos cuerpos
predomina la fuerza de repulsión. De ello proviene su gran expansibilidad, o
sea la propiedad por la cual toda masa gaseosa tiende a ocupar el mayor espacio
posible. Por eso carecen de forma propia y tienden a adoptar siempre la de los
depósitos en que se hallan contenidos, ocupándolos totalmente y ejerciendo de
adentro hacia fuera una presión sobre sus paredes en virtud de una fuerza
denominada "tensión o fuerza elástica de los gases". Ejemplos:
Acetileno, amoniaco, hidrogeno, propano, butano, etc.
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